El investigador del CEDLA, Pablo Poveda, dijo que un volumen de oro no determinado sale de contrabando del país en avionetas y helicópteros rumbo a Estados Unidos.
"Hay denuncias de Perú y Colombia de que se estaría yendo el oro por estas vías”, afirmó.
Este metal podría ser de procedencia boliviana, pero también peruana, ya que se desconoce el volumen que ingresa y se legaliza en Bolivia.
El especialista en minería y expresidente de la Comibol, Héctor Córdova, describe en su estudio algunas de las operaciones mediante las cuales salían volúmenes impresionantes del metal hacia países vecinos, en algunos casos mediante operadores ilegales extranjeros.
En el río Madre de Dios se encuentra una cooperativa con cerca de 250 balsas con bombas de succión que se emplean para la recuperación de oro por canaletas. Todas las balsas obtienen 50 kilos al mes y una sola logra utilidades que superan los 8.000 dólares mensuales.
En los ríos Madre de Dios, Beni y Madera operan 30 dragas privadas y explotan 32 kilos al mes. Cada draga tiene un valor de 150.000 dólares. Las balsas reciben combustible subvencionado con la condición de que vendan el oro extraído a la Empresa Boliviana de Oro.
En San Simón hay un importante yacimiento de oro que pertenece a 26 concesionarios que encargaron la exploración a una empresa canadiense. La corporación montó un campamento, un pequeño ingenio y vías de acceso, pero fue acusada de explotar sin tener licencia.
De esta área fueron expulsados varios extranjeros por las operaciones ilegales que realizaban.
La mayoría de los socios de las cooperativas tienen su área de trabajo, suelen explotar y vender el mineral por cuenta propia. "Esta forma de trabajo dificulta grandemente el control de la producción”, señala el expresidente de la Comibol en su estudio.
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