Sunday, March 27, 2016

Una historia sin terminar: La minería aurífera de pequeña escala en la Amazonía

La primera parte del título de este artículo corresponde a una frase del destacado Antropólogo Ton Salman, profesor de la Universidad de Ámsterdam e investigador del equipo boliviano en el proyecto Gomiam (Small Scale Gold Mining in the Amazon).

Desde tiempos remotos la historia de la Amazonía, llamada así porque toda esa inmensa región de casi ocho millones de kilómetros cuadrados está surcada por una infinidad de caudalosos ríos que forman la famosa Cuenca del Río Amazonas, está estrechamente ligada a la historia de la minería del oro en esta parte del Continente Americano, lógicamente con diversos matices y según la época. En la actualidad la región Amazónica comprende importantes área de nueve países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Surinam, Guyana y la Guyana Francesa.

La explotación de los recursos naturales tiene un papel importante en la conformación actual del panorama en la Amazonía puesto que desde el punto de vista económico, social, político y cultural, la actividad extractiva de los recursos renovables y no renovables se ha visto incrementada dramáticamente.

A lo largo del tiempo, en la Amazonía se ha venido dando un importante fenómeno de inmigración tanto interna como externa, destaca la llegada de europeos, africanos y asiáticos; esto supone la convivencia de diversidad de culturas, religiones, idiomas (algunos reconocidos como oficiales, además de una gran variedad de lenguas y dialectos indígenas propios de la región así como los traídos de otras partes del mundo) en torno a una actividad en común, la explotación de los ricos yacimientos auríferos.

La minería del oro ha sustituido a otras actividades como principal fuente de ingresos para millones de personas carentes de otras fuentes laborales en sus respectivas regiones y naciones, de esta manera los mineros aplican sus conocimientos y experiencia para explotar los diferentes depósitos de oro existentes en casi toda la región Amazónica. Estos grupos de mineros, pertenecientes al sector de la pequeña minería y minería artesanal, dependiendo de su origen y procedencia reciben una serie de denominativos: garimpeiros, gambusinos, mineros artesanales, maroons, porknockers, barequeros, barranquilleros, pequeños mineros, pirquineros, chichiqueros, cooperativistas, etc. y están diseminados en zonas de difícil acceso, tienen una alta movilidad, se trasladan de un lugar a otro dentro de la selva amazónica según el éxito o fracaso de sus emprendimientos mineros que muchas veces rayan en la ilegalidad. Este aspecto dificulta enormemente un control adecuado por parte de las autoridades de todos y cada uno de los países involucrados.

Otro aspecto que llama la atención de la minería aurífera de pequeña escala en la Amazonía, es la amplia difusión de los sistemas de explotación y beneficio. En otras palabras hay una especie de "globalización" de las diferentes formas de trabajo, equipos y maquinarias utilizadas. Los mineros se movilizan en toda la región llevando consigo sus conocimientos y muchas veces hasta sus herramientas y equipos para recuperar el oro. La concentración gravimétrica seguida de la amalgamación ha sido y sigue siendo el método de procesamiento más importante y preferido en la pequeña minería.

Eso explica el uso extendido del mercurio en la gran mayoría de las operaciones mineras, aunque en el último tiempo, en algunas zonas de la Amazonía, ya se está echando mano de la cianuración para recuperar el oro que por razones técnicas escapa al proceso de amalgamación.

Vale la pena aclarar que, en el caso de la Amazonía, la mecanización de las labores mineras no siempre ha resultado positiva. Si bien se incrementa enormemente la productividad, en la mayoría de los casos no se mejoró sustancialmente la eficiencia de los métodos artesanales y lo que es peor los impactos ambientales y sociales de una operación mecanizada han resultados ser muy negativos. El costo ambiental y social es infinitamente superior a los ingresos económicos generados.

Los graves impactos ambientales generados guardan relación directa con las zonas y métodos de explotación que practican los mineros y este es un común denominador en todos los países involucrados. Un dato complementario de interés, Bolivia tiene un 43,6% de su territorio considerado como amazónico y un 60% de los ríos principales que tiene el país pertenecen a la Cuenca Amazónica.

Colombia: Crece la explotación aurífera

Mineros S.A., una de las mayores productoras de oro de Colombia, este año espera conseguir un incremento de 4,8% en la extracción de oro, para sumar 186.692 onzas troy (5,81 toneladas), inversiones por 50 mil millones de pesos para mejorar sus operaciones, así como concretar adquisiciones de hasta $us 200 millones, dentro o fuera de Colombia.

La compañía tiene operaciones en el Bajo Cauca, y desde hace tres años adquirió la mayoría accionaria de Hemco, filial con explotaciones a cielo abierto y bajo tierra en el norte de Nicaragua, consigna El Colombiano.

Durante 2015 la compañía obtuvo ingresos operacionales consolidados, en pesos colombianos, por 583.405 millones, 25,76% más que en 2014, y utilidades por 61.383 millones, un incremento de 66,27%.

En ese contexto, las perspectivas son positivas para este año, teniendo en cuenta una recuperación del precio internacional, la demanda creciente del metal precioso y la devaluación del peso frente al dólar, pues toda la producción se exporta a Estados Unidos, Inglaterra y Suiza, agrega la publicación.

En entrevista con El Colombiano, el presidente de la firma Andrés Restrepo señaló que el 2016, "podrá ser un año de similar de crecimiento frente a 2015, de pronto un poco mejor por tener una tasa de cambio entre los 3.000 y 3.500 pesos, y eso mezclado con unos precios de la onza troy de oro que oscilará entre 1.150 y los 1.250 dólares. En relación a la exploración en Colombia, Restrepo afirmó que se prevé inversiones por un millón de dólares, "pues se hace más exploración brownfield (en terrenos ya conocidos) y lo que tenemos en el sur de Bolívar ya está muy avanzado y lo hacemos con recursos propios. Estamos esperando que nos den la licencia ambiental para una operación aluvial en el municipio de Ataco, en Tolima. Adicionalmente, seguimos explorando en la zona de la mina La Ye para crecer la operación subterránea en Zaragoza (Bajo Cauca de Antioquia)".