Sunday, December 21, 2014

Exportaciones de oro: entre el enigma y la confusión



En 2013 varias denuncias develaron una cuantiosa defraudación impositiva en las exportaciones de oro del año 2012, registradas bajo las partidas arancelarias de desperdicios y amalgamas. El valor exportado era de 1.100 millones de dólares, para un volumen, según datos oficiales, de 20.5 toneladas. Inexplicablemente ese volumen exportado resultaba siendo casi tres veces más que todo el volumen producido de 7 toneladas de oro. ¡Todo un enigma!

Un informe del Ministro de Minería, fechado el 10/09/2013, en respuesta a una Petición de Informe Escrito en la Cámara de Diputados, confirmó que esa millonaria exportación se hizo sin el correspondiente pago de la regalía minera. Según algunas estimaciones no oficiales, la evasión fiscal por la regalía no pagada podría llegar a 77 millones de dólares, aplicando la alícuota de 7% a los 1.100 millones de dólares exportados de mineral de oro.

Posteriormente, otro informe del Servicio de Impuestos Nacionales dio cuenta de que el monto recaudado por el Impuesto a las Utilidades Empresariales, de la gestión 2013, había alcanzado la ridícula suma de 129.445 dólares, cuando el valor exportado por las empresas que declararon el cumplimiento del IUE (Impuesto a las Utilidades de las Empresas) (ya que otras no lo hicieron) ascendió a 980 millones de dólares. Estos datos advierten de un considerable daño económico al Estado.

CONTRABANDO. También se puso de manifiesto el origen desconocido del oro exportado, y la sospecha de un posible contrabando de oro de países vecinos y desde Bolivia hacia otros mercados externos. Lo insólito es que fue el ministro de Minería de entonces, Mario Virreira, quien admitió el posible contrabando de oro: “se presume que tal producción proviene de países vecinos, ingresando a Bolivia vía contrabando, para luego ser reexportado bajo esas partidas arancelarias”.

Presionado por tales denuncias, el Gobierno nacional anunció que reforzaría el control sobre las exportaciones de oro. Tal vez eso explique que en la estadística del año 2013, las exportaciones de oro “en otras formas”, se redujeran a 493 millones de dólares; o sea, 45% menos del valor exportado en 2012 como amalgamas y desperdicios. Lo sorprendente es que en 2014 —según reporta el Ministerio de Minería— se registra nuevamente un incremento considerable en el monto exportado de oro. En efecto, entre enero y junio de este año, el total de la exportación de oro es de 735 millones de dólares, para una exportación de 20.6 toneladas, que es incluso más que lo producido en todo el año 2013 (18.1 toneladas).

Para el segundo semestre cabría esperar, entonces, que el valor exportado anual supere lo alcanzado en los años anteriores, y que la producción rompa todos los récords. Lo extraño es que esto ocurre cuando los precios del oro acusan una mayor y persistente caída.

No hay explicación lógica para este repunte de la exportación de oro. De hecho, no se conoce de ninguna inversión importante ni de operaciones auríferas de magnitud que pudiera haber incrementado la capacidad de producción de oro en el país. ¿Será que han aflojado los controles estatales en un año electoral, y que el contrabando de oro se ha vuelto a disparar, rebasando la capacidad gubernamental de ponerle atajo?

El embrollo de las cifras. Pero las preocupaciones no acaban ahí. El exministro de Minería Jorge Espinoza, ha advertido de un monumental embrollo en la presentación de las cifras oficiales sobre producción y exportación de oro. En efecto, mientras en 2012 la estadística del Ministerio de Minería mostraba datos de producción y exportación de amalgamas y desperdicios, en la estadística de 2013 ya no se registra esa clase de datos, pero sí aparece una nueva categoría de oro (“en otras formas”), que reemplazaría la anterior denominación de “amalgamas y desperdicios”. ¡Muy curioso!

Si eso ocurría en 2013, resulta que ahora, en la estadística oficial del primer semestre de 2014, el oro “en otras formas” tiene datos de cero. Los datos de producción y exportación corresponden a “concentrados de oro”, englobándose en esta denominación los valores que antes las empresas registraban como amalgamas, desperdicios y oro metálico.

METÁLICO. El Instituto Nacional de Estadística (INE), por su parte, señala una exportación de oro metálico, entre enero y julio de 2014, por un valor de 876 millones de dólares, que respecto de igual periodo de 2013, supone un aumento de 376%. Un reporte más reciente del mismo INE, registra hasta el mes de octubre 1.185,6 millones de dólares de exportación de oro metálico, o sea en 10 meses, cuando en toda la gestión 2013 la venta al exterior de oro metálico había sumado 330 millones de dólares, lo que implica un súbito incremento de 360%.

Nuevamente esto rompe toda lógica. La única explicación posible es que lo que antes figuraba como “amalgamas” y “desperdicios”, ahora es registrado como “oro metálico”. ¿Por qué todo este embrollo en la presentación de cifras? ¿Es solo desorden o impericia funcionaria? ¿O es que hay una intención deliberada de camuflar las cifras y confundir al público?

¿Y el pago de impuestos? Tampoco hay un reporte oficial sobre el pago de regalías e impuestos, correspondiente a la exportación de oro en la gestión 2013. De acuerdo con la legislación vigente, los concentrados de oro, lo mismo que el oro en amalgamas y metálico, debe pagar una regalía de 7%. Las empresas exportadoras también tendrían que pagar el 25% del IUE, y además el 12.5% de alícuota adicional, en los casos que correspondan. Y lo mismo para la gestión 2014, que todavía no concluye, pero sobre la que ya debería haber información referida al pago de la regalía minera.

La falta de transparencia en la información oficial deja una estela de dudas, que las autoridades de Gobierno harían bien en despejar.

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