Friday, June 24, 2016

El oro sigue siendo el metal de mayor brillo

Aunque se han presentado algunos altibajos en la producción y comercialización del oro a nivel mundial, por supuesto que en nuestro país el manejo del metal precioso también ha tenido altibajos aunque su comportamiento financiero, presionado por condiciones absolutamente externas, ha registrado ciertas limitaciones, por una parte en lo que corresponde a su producción que disminuyó en la gestión pasada en una proporción del 48,35% de acuerdo a los datos del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM), mantuvo una condición de equilibrio para sostener las operaciones auríferas. El oro fue el que disminuyó mayormente por la caída de precios.

Como efecto de este movimiento descendente se conoce que las Reservas Internacionales Netas (RIN) en oro y que custodia el Banco Central de Bolivia (BCB), se redujeron en una proporción del 10% en la pasada gestión 2015 que comparándola con la de un año antes (2014) marcan la diferencia entre 1.622 millones a sólo 1.455 millones de dólares, atribuible directamente a la baja del precio del metal en el mercado externo.

Según el ex presidente de la Bolsa Boliviana de Valores, Armando Álvarez, la reducción se explica considerando que en los últimos dos años la cotización del oro estuvo en caída, lo que obligó a inversionistas a buscar otras unidades monetarias para sus operaciones financieras. El analista señala también que por la volatilidad de los mercados el precio del oro tiende a recuperar debido a que aumentó la demanda por este "activo refugio". Hay que estar pendientes de lo que suceda con la situación de las bolsas, que en realidad marcan el compás para el movimiento en el precio del metal precioso.

Otra explicación interesante sobre este tema la rescatamos de la opinión del ex presidente del BCB, Armando Méndez, para quien el precio del oro cayó porque el dólar estadounidense recuperó su valor en el mundo y los grandes inversionistas optaron por realizar sus inversiones en esa moneda y no en el "activo refugio" que es el metal dorado.

Algo que complementa estas variaciones, es la tendencia de bajada que se registra desde el año 2012, gestión en las que las reservas internacionales del oro alcanzaron su mayor valor con un registro de 2.288 millones de dólares. A partir de la siguiente gestión 2013 se registra una baja a 1.647 millones; el 2014 sólo se suman 1,622 millones y el pasado año 2015, la baja llega a 1.455 millones de dólares. Bajo tales alternativas, la mención oficial es que las reservas de oro disminuyeron porcentualmente en el registro del BCB.



LA DEMANDA AUMENTA

En cuestión de poco tiempo y dando paso a mucho comentario de los analistas, resulta que a nivel internacional la demanda por el metal dorado alcanza niveles sorpresivos. La explicación refiere concretamente que "la debilidad del dólar y las tasas de interés negativas que han comenzado a aplicar algunos bancos centrales han impulsado el alza en el precio del oro, con un valor considerado seguro en momentos de turbulencias monetarias, cuya demanda se incrementó en un 21% en el primer trimestre de este año".

Las explicaciones sobran, cuando los especialistas señalan que el precio del metal amarillo, cuyo comportamiento en el mercado está a medio camino entre una materia prima y una divisa, ha cambiado en su movimiento respondiendo a las preocupaciones por las finanzas globales, permitiendo un incremento próximo a los $us 200 por onza troy (OT), desde enero y situarse en las últimas semanas alrededor de los 1.270 dólares OT.

Cuando se habla del oro y en periodos de estabilidad económica el mercado del metal dorado varía en función de la oferta y la demanda, casi similar a lo que sucede con el petróleo y otras materias primas, sin embargo, los expertos aclaran que en otros tiempos cuando predomina el cambio del valor de las divisas con peso global, el oro se convierte en "refugio activo", para contrarrestar las políticas monetarias que inquietan a los inversionistas.

Tomar en cuenta que, en la condición de materia prima, el oro se considera como un elemento de valor más estable que el petróleo o cualquier otro producto, debido a que las fluctuaciones en su producción y demanda son menores, dado que el mineral no se consume, sino que su producción se acumula como reservas globales y representa para ciertos inversionistas, la reserva de respaldo físico en las eventualidades. Hay la esperanza de que el oro recupere un buen nivel, luego de un largo periodo en que observó con tendencia paulatina a la baja.



UNA COMPRA

BRILLANTE DE ORO

A principios del presente mes, el Banco Central de Bolivia aprobó la compra de hasta 500 kilos de oro en la presente gestión, acudiendo a las empresas mineras estatales, para incrementar, hay quienes dicen reponer, sus Reservas Internacionales Netas (RIN), con lo que una vez más el oro seguirá siendo el "factor físico" de la reserva económica nacional. La Resolución de Directorio del BCB de mayo de este año, aprueba "la compra de hasta 500 kilos de oro en barras, en la gestión 2016 con un monto de tasa efectiva del Impuesto al Valor Agregado de 19,7 millones de bolivianos".

En este proceso de reposición de oro físico en las bóvedas del BCB, se estimaba la posible compra de dos toneladas del mineral al año a la Empresa Boliviana del Oro (EBO) que fue creada el 2010 con la facultad de explotar para el Estado las reservas de oro del país y concentrar en el mercado interno la compra del metal precioso que producen las cooperativas y empresas auríferas que operan en Bolivia. El plan no funcionó pues el BCB sólo compró de la EBO 176 kilos entre los años 2012 al 2013, debiendo acudir a otras fuentes proveedoras para cubrir el volumen requerido de sus reservas de oro físico.

Para tranquilidad de la comunidad, "el portafolio de oro de las RIN, está invertido en su totalidad en una proporción del 64 por ciento en bancos ingleses y el 36 por ciento restante en bancos franceses, aspecto confirmado en el informe de Administración de las Reservas Internacionales, gestión 2015, que el Banco Central hizo público en mayo del presente año.

Lo que llama la atención es que en el Plan de Desarrollo Económico y Social del Gobierno para el quinquenio 2016 al 2020, se mencionan planes para todo el sector de la minería estatal, incluyendo el caso de las empresas metalúrgicas de Vinto en Oruro y Karachipampa en Potosí, además de dos refinadoras de zinc y el proyecto de Mallku Khota, pero no se toma en cuenta en ningún nivel a la Empresa Boliviana de Oro (EBO), estimándose que algunas razones habrá para justificar esa omisión. Finalmente se estima que algunas variables que se presentan en las grandes transacciones financieras de nivel mundial, pueden generar ciertos cambios que eleven la cotización del metal precioso, levemente, pero de buena utilidad para los productores auríferos, lástima que, en nuestro medio, la única empresa que explota oro, como Inti Raymi, esté de salida.

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