Los comunarios de Rancho Chuquiña y la comunidad originaria Chuquiña-Matajpampa, Pata Pata, Choro Choro y otros, se reunieron ayer frente a la Gobernación para exigir a las autoridades le den celeridad al proceso en contra de la empresa minera Inti Raymi, que según reporte de la auditoría ambiental contaminó agua y tierras.
Uno de los comunarios protestantes, Marcial Ojeda, manifestó que este proceso ya está más de un año y medio sin resolverse, pese al dictamen de auditoría que realizó el Estado, y que sostiene que las aguas y suelos están contaminados con metales pesados.
"Lo único que estamos pidiendo al servidor público es que se dé cumplimiento a la resolución que se ha dictado, porque eso indica la Ley 1333 de Medio Ambiente, son pruebas pre constituidas, y tienen que ser reconocidas por la justicia", manifestó Ojeda.
Sostuvo que sigue muriendo el ganado en el sector y que también están naciendo con deformaciones.
"Al carnear a nuestras ovejas encontramos en su organismo algunas bolsas que son saladas y amargas, y según los veterinarios es por la salinidad, y por los metales pesados", señaló el comunario.
Según el dictamen de auditoría, aseguró Ojeda, hasta el año 1997, se ha evidenciado, por los análisis que se ha hecho en laboratorio, que 4 mil miligramos estaban los metales pesados en el agua, ahora ha aumentado a 65 mil, lo que muestra que pueden nacer los animales con deformaciones, y las personas que consumen esa carne son propensas a tener cáncer en el futuro.
"Se ha indicado además que hubo fuga del dique de colas de cianuro, uranio, y se ha mezclado con aguas de lluvia y de consumo de los pozos, entonces se ha iniciado un proceso penal y estamos pidiendo cumplimiento celeridad el 2013, y se ha denunciado al Ministerio Público, y no hay resultados hasta el momento", remarcó Ojeda.
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