En 2013, la Empresa Minera Inti Raymi SA (Emirsa) pagó más de 3,8 millones de dólares en regalías mineras a Oruro por la explotación de oro y plata, según datos del Ministerio de Minería.
La empresa anunció en 2013 que iba a cerrar sus operaciones a fines de ese año, debido al agotamiento de las reservas en las minas Kori Kollo y Kori Chaca, en Oruro, y a la caída del precio internacional del oro, que en esa gestión registró una baja del 30 por ciento ; ambos factores causaron la baja de la producción y el aumento de los costos operativos
Sin embargo, mediante un acuerdo firmado entre los ejecutivos y el sindicato de trabajadores, el pasado 14 de febrero, se decidió continuar con las operaciones mineras, pero bajo una política de austeridad
De acuerdo con un informe del Viceministerio de Política Minera, la empresa explota, principalmente, oro y plata. En 2011 pagó regalías por más de 5,5 millones de dólares; en 2012 subió a 5,7 millones de dólares, y en 2013 sólo saldó 3,8 millones de dólares (ver el cuadro)
La regalía o royalty es un pago o tributo para la región (departamento o municipio) productora, por la extracción de un recurso natural no renovable
En 2013, Oruro recibió una compensación total de 17,9 millones de dólares, un monto menor al de 2012, que llegó a 22,4 millones de dólares. Pese a la disminución de estos ingresos, es la segunda región que recibe más regalías, después de Potosí.
El convenio
Los gerentes de la compañía minera determinaron reducir sus sueldos para dar continuidad a las operaciones y para que se preserve la estabilidad laboral.
El secretario de Hacienda de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Cristóbal Huacota, informó que ahora los ejecutivos de la empresa, como los gerentes -el general, de operaciones y el administrativo-, ganarán 40.000 bolivianos; antes percibían 60.000 bolivianos.
Los sueldos de los cuatro subgerentes bajaron de 50.000 a 30.000 bolivianos
En el caso de los trabajadores, la planilla salarial no es elevada; las remuneraciones oscilan entre 4.000 y 8.000 bolivianos, según las categorías, que son tres: A, B y C.
Con la reducción salarial, menores costos de operación y la búsqueda de nuevas áreas de exploración, la minera seguirá operando otros siete años más, según calcula la federación.
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